La ceniza es un signo de arrepentimiento, de penitencia, pero sobre todo
de conversión. Es el inicio del camino de la Cuaresma,
para acompañar a Jesús desde su desierto hasta el día
de su triunfo que es el Domingo de Resurrección.
Debe
ser un tiempo de reflexión de nuestra vida, de entender
a donde vamos, de analizar como es nuestro comportamiento con
nuestra familia y en general con todos los seres que
nos rodean.
0 comentarios:
Publicar un comentario